Hola, nuevamente Gabriela, para los que dicen que haga la mención de que tengo referencia de lo que escribo, esto lo leí y quiero compartirlo con ustedes, ojalá sean de mente abierta y si ya lo habían leído platiquenselo a quien no lo haya hecho.
Que tengan un hermoso día...
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Un pequeñito de entre 7 y 8 años quien vivía con sus padres, comenzaba a ser rebelde, contestaba a su mamá, desobedecía al papá y resongaba por todo, insultaba a sus amiguitos y renegaba de la escuela, a pesar del esfuerzo de sus padres por corregirlo, no encontraban la manera de hacerle ver que estaba mal en sus acciones, intentaban como unos padres razonables hablar con él, pero nunca entendía.
El niño veía como su madre lloraba cada vez que él hacía algo malo consolandose en los brazos de su esposo quien compartía el dolor con su mujer.
El niño comenzó a preocuparse por el sufrimiento de sus padres y decidío pedirles perdón y cambiar.
- mamá, papá, he entendido que estoy mal, no quiero verlos sufrir por mí, les prometo cambiar sin antes pedirles perdón, sé que no será fácil, me llevará un poco de tiempo pero lo voy a lograr...
La madre con lágrimas en los ojos sin pensarlo dijo:
-claro hijo, no te preocupes, sabes que te amamos
Pero el padre se quedó callado por un momento y le dijo a su hijo:
-Esta bien hijo, yo te voy a ayudar...
-¿enserio papá, y cómo?
-Toma esta bolsa..
-¿Y para qué quiero yo estos clavos y este martillo papá?
-Verás, cada vez que hagas algo malo, o contestes a tu madre o lastimes a alguien, clavarás un clavo en la puerta de tu habitación y por cada vez que hagas tres buenas acciones solo quitarás uno.
El niño sin entender comenzó ese día, sin embargo la puerta terminó por llenarse de clavos, en muy poco tiempo sin dejar lugar a un solo metal, al ver esto el niño se preocupó y decide comenzar por hacer cosas buenas, comenzó a pedir perdón a todas las personas a quien había hecho daño, ayudar y obedecer a su madre, estudiar, etc.
Cada vez que hacía esto, quitaba un clavo, sin embargo esta vez fue más difícil porque eras 3 acciones buenas por un clavo así que tardó más tiempo.
Al cabo de un largo periodo la puerta queda sin un solo clavo y contento va donde su padre..
-¡¡¡Papá papá, mira mi puerta no tiene ahora ni un solo clavo lo logré!!!
-Si hijo pero observa algo....
-mmmmm qué papá?
-¿ya observaste esos hoyos?
-Sí ¿pero...?
-Esto te enseñará hijo, a que puedes pedir perdón tres veces a quien heriste o remendar tus errores, sin embargo siempre dejarás una cicatriz en sus corazones que nunca se borrará, no olvides que el sufrimiento que tú ocasionas a la gente no hace de ti más que un ser reprochable y sin valores, trata mejor de brindar amor a los demás para que recibas amor el resto de tu vida.
CON CARIÑO
Una historia bastante constructiva y educativa. Ideal para la lectura de los niños, para que recapaciten en sus acciones rebeldes.